El sábado 16 de Julio y sin detener nuestro evento anual a pesar de la pandemia, nos concentramos en un lugar de Galicia con grandes tesoros, la Ribeira Sacra. El origen del nombre está en discusión entre Ribeira Sacra por la existencia de múltiples monasterios en la zona (de hecho, es la mayor concentración de Europa) o Robledal Sagrado por los bosques de robles existentes que eran los árboles sagrados de los Celtas.
Hay evidencias de que, en la Ribeira Sacra, en concreto en San Pedro de Rocas, se fundó sobre otra construcción sagrada el monasterio más antiguo de la cristiandad en Galicia, y probablemente de la Península, allá por el año 573 dc En esos años y tras el declive del Imperio Romano, en Gallaecia gobernaban los Suevos convertidos al cristianismo desde el año 409 dc que habían fundado el Reino Suevo de Gallaecia, el primer Reino-Estado de Europa.
Tras situarnos en contexto, volvemos al siglo XXI con nuestros Ferrari en cabalgada por este lugar sagrado. El punto de encuentro fue en el Hotel Iberik Spa & Golf de Monforte de Lemos. Tras recibir a propietarios venidos desde puntos tan dispares como Portugal y Castilla comenzamos la ruta hacia la primera actividad, visitando una de las múltiples bodegas familiares de la Ribeira Sacra, Adegas Algueira, allí nos explicaron como es el proceso de la vendimia junto con el posterior procesado de estos caldos, todo es muy artesanal y con una característica única en todas las bodegas de la zona, la vendimia heroica. Tras la cata de 3 vinos con explicaciones precisas de sus características almorzamos en la misma bodega bajo un paraje muy campestre y natural rodeado de robles.
A continuación, iniciamos ruta hacia uno de los más de 50 miradores existentes en la Ribeira Sacra, para comprobar de primera mano la magnitud de la zona y el esfuerzo que supone vendimiar en fincas con hasta un 80% de desnivel, sencillamente el adjetivo heroico me parece insuficiente.
Tras sentirnos insignificantes ante tal exhibición y poderío de la naturaleza cabalgamos de regreso al hotel para estacionar los Ferrari en el parking. Ya más relajados cogimos un autobús que nos llevó a la capital de la Ribeira Sacra, Monforte de Lemos. Otrora punto neurálgico de comunicación del Ferrocarril hoy se encuentra volcada hacia el turismo. Allí nos esperaba un magnífico guía turístico que nos puso al día de su historia desde la romanización hasta la actualidad pasando por los siglos XIII a XVII y por los amoríos y luchas de los nobles por dominar estas tierras incluyendo las revueltas de los campesinos contra ellos, la iglesia también fue otro poder que marcó las historia en estos siglos. De todo ello quedó huella en construcciones como el Colegio de los Escolapios que tardó 4 siglos en terminarse (1592-1919), o La Torre, como vestigio del poderío de los nobles frente a las revueltas Irmandiñas del campesinado, incluso una noble nacida en Monforte llegó a ser Reina de Portugal, Inés de Castro, la Reina Cadáver.
Entre todos y ante el caluroso día que tuvimos, decidimos disfrutar de la piscina del hotel en vez de hacer la siguiente visita a la cuenca del rio Miño. Tras este merecido relax disfrutamos de una cena en grupo donde intercambiamos impresiones y experiencias de todo tipo junto a unos ricos manjares.
El domingo 17 de julio era el momento en el que los Ferrari estirarían sus patas y los jinetes disfrutaríamos con ello, cabalgaríamos sobre una de las carreteras más bonitas de la Galicia interior, la ruta que nos llevaba desde Monforte de Lemos a Castro Caldelas, bien asfaltada, con muchas horquillas en bajada y flanqueada por escarpadas laderas llenas de vides, con un puente sobre el río Sil y con más horquillas atravesando un bosque autóctono hasta el destino, donde los Ferrari disfrutarían de su merecido refrigerio de zumo de dinosaurio.
A continuación, en ruta más relajada nos dirigimos a la auténtica joya de la Ribeira Sacra, el Monasterio de Santo Estevo de Ribas de Sil, allí teníamos estacionamiento reservado para a continuación ir en autobús al embarcadero y acceder a un catamarán exclusivo con guía turístico que nos llevaría de navegación durante una hora y media por el cauce del río Sil, admirando desde otro punto de vista este paraje tan impactante.
Tras el paseo por el río regresamos al monasterio para disfrutar de un espectacular menú que saboreamos en su bonito restaurante. Sin duda un broche de oro gastronómico que ayudó a fijar en nuestra memoria la singular experiencia que habíamos vivido a lo largo del fin de semana. Finalizando la sobremesa y después de desearnos buen viaje de vuelta, concluyó la XII Concentración Ferrari Galicia por la Ribeira Sacra.
Texto: Santiago Iglesias
Fotos: Celia Maquieria, José Campos y Jesús Comesaña
