Como cada año, la que ya se ha convertido en “mítica” Calçotada que organiza nuestro presidente Josep Rodríguez, por tierras tarragoninas, se celebró el pasado 2 de marzo con un gran numero de asistentes, llegados de distintos puntos de nuestro país para disfrutar de una jornada de compañerismo amenizada con la típica cocina catalana, con los “Calçots” como principales protagonistas.
En esta ocasión y como prologo de lo que estaba por venir, el evento daría comienzo en Nulles, junto al majestuoso edificio modernista de la “Catedral del Vi” de la cooperativa vitivinícola de la localidad, donde se elaboran los vinos y cavas Nulles-Adernats.
A principios del 1900, y tras centenares de años con plantaciones y elaboraciones vinícolas familiares, los habitantes de Nulles decidieron unir sus recursos y conocimientos para crear el sindicato de San Isidro y levantar la bodega del pueblo, laCatedral del Vino de Nulles. Esta unión, se materializó en 1917, siendo la cosecha de 1920 la primera en llenar los nuevos depósitos de la bodega modernista.
Este edificio emblemático, obra de Cèsar Martinell, uno de los máximos exponentes del movimiento modernista, destaca no sólo por su belleza, sino por reunir todas las cualidades necesarias para la elaboración de vino.
Su arquitecto, consciente de su importancia, destacó tres grandes pilares que definen su lenguaje arquitectónico: la funcionalidad, el gusto por la tradición constructiva rural y la utilización de soluciones estructurales de gran proyección. De ahí la utilización de materiales autóctonos como la cal y la arcilla que pueblan las viñas para levantar el edificio, consiguiendo así que se mimetice y se integre con el entorno rural. El elemento más característico es el arco parabólico que nos proporciona un espacio amplio y funcional pero también de una gran belleza estética. Martinell busca el equilibrio, o como él decía: “las formas equilibradas son las que exhiben la belleza en sí mismas”.
Los arcos parabólicos alcanzan su plena belleza con la luz, elemento muy importante que el arquitecto consiguió que influyera de manera favorable en la elaboración. El edificio hace, además, la función de paraguas térmico que combinado con las tinas aportan al vino la estabilidad necesaria.
En 1987 nacía Adernats, la marca que aportará el reconocimiento a Nulles y a las generaciones de viticultores que lo hicieron posible. Adernats, nombre que proviene del conjunto de tierras más cercano a la bodega, se mantiene 25 años después como la marca de vinos y cavas de referencia en Tarragona con más de 17 productos embotellados.
Después de nuestra visita guiada a la bodega, se nos ofreció una cata de 3 vinos de sus elaboraciones y de cava Adernats.
Hacia el mediodía y una vez finalizada la visita, subimos a nuestros Ferrari para hacer una pequeña ruta de camino a la Selva del Camp, hasta llegar al Hotel Mas Passamaner, cuyo emblemático edificio modernista ha sido escenario de otras calçotadas celebradas por nuestro Club.
Texto: Fede García
Fotos: Izan Jerez @iamotors_